Rosas para el 2021

Estamos a un pasito del 2021 y creo no equivocarme en decir que siente muy bien despedir al 2020, un año que nos ha marcado a fuego como civilización.
Si usas Whatsapp o cualquier aplicación de mensajes, tal vez también te ocurra a ti lo mismo que a mí: desde hace horas estoy recibiendo un montón de chistes y memes de fin de año.  Uno de mis favoritos es este de Mafalda que me mandó mi hermana: 
Chiste aparte, con lo complicado que ha sido el 2020 para todas es lógico que muchas de nosotras le tengamos desconfianza al 2021 y no compartamos el optimismo de Felipito.

En mi caso, me gusta hablar de optimismo fundado (o como dicen en mis pagos, A Dios rogando y con el mazo dando).

El optimismo infundado es cuando pensamos que todo va a estar bien porque sí, cuando ponemos toda la fe en factores externos:  Dios, el destino, la suerte. Pensamos por ejemplo “ojalá este año me gane la lotería, tal vez me den un aumento en el trabajo, me encantaría irme de viaje, deseo que mi pareja me regale una joya”.

El optimismo fundado, por el contrario, es cuando tenemos fe en los factores que nosotras mismas podemos controlar – es decir, podemos ser optimistas de lo que el destino tenga para nosotros pero, más que nada, somos optimistas de nuestras habilidades y del fruto que esas habilidades puedan dar. Ejemplos son “quiero sentirme mejor entonces voy a trabajar en mi autoestima, deseo un mejor puesto de trabajo por eso voy a aprender nuevas formas de mejorar mis conocimientos, anhelo más armonía en mi familia y por eso voy a demostrar más afecto a mis seres queridos”. 

 

El optimismo fundado es sinónimo de sembrar semillas: sabemos que no podemos controlar lo que la vida traiga, pero tenemos optimismo en nuestra habilidad de responder positivamente a lo que nos ocurra, pues estamos comprometidas diariamente con nuestro crecimiento personal. 

Por eso, si bien me encanta Mafalda, mi nueva mantra favorita para el 2021 es ésta: voy a recoger rosas porque las planté. Para cosechar lo bueno necesitamos tener y sostener una visión a largo plazo, trabajar con nuestras manos y con todo nuestro ser, cuidar lo que queremos diariamente, incluso cuando no tenemos tantas ganas o cuando los factores externos se ponen difíciles. Tal vez no cosechemos todas las semillas plantadas, pero es imposible recoger sin sembrar. 

Te deseo de corazón que las semillas que plantes en el 2021 den rosas maravillosas.



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